lunes, 12 de mayo de 2014

Ayda Mutua; Temas desarrollados por el testimonio: Asuntos Varios

Hoy el tema era sobre adicciones, post puesto en dos ocasiones... Pero hemos podido hacer una rueda de sentimientos sobre ello, y cada uno ha aportado diferentes puntos de vista y al fin hemos tenido una sesión muy variada. Sacar lo que en tu casa no puedes sacarlo....
Se ha hablado sobre la adicción a las personas... no es cosa demasiado preocupante si las relaciones son satisfactorias... no llegar a la dependencia y huir de los extremos, es siempre recomendable. La vida social es necesaria y útil... muchas veces cuesta despedirse de la gente a la que se quiere... como dice la sevillana "algo se muere en el alma cuando un amigo se va...."... mas que esta sentencia, pocas ejemplificaciones digan mejor, que casi siempre cuesta despedirse.
 
También se ha hablado sobre las prohibiciones en la familia; si la familia no entiende que estés triste: ¿de dónde saco las fuerzas?... Se ha hablado de pérdidas en el mismo contexto familiar...

Se ha hablado sobre lo espiritual, lo humano, lo social, sobre tomar decisiones y hacerlo de forma correcta.... tener propósitos sin avaricia... pues la vida es un regalo y estamos de paso...
"[...] y la verdad os hará libres" Juan 8, 32.
 
Se ha hablado también del vacío, de la complejidad de la mayoría de los problemas y las soluciones. Lo simple no deja de ser complejo... aclaro...y se ha hablado de lo multidisciplinar como solución a la deshumanización y la revolución científica, el insolucionable abismo entre lo concreto, los trucos banales, las sentencias definitivas y la verdad de las especialidades (aunque sirven pocas cosas). No hay fin en el discurso de una disciplina (el último fin todos lo sabemos), como no hay igual un día a otro. Decía el poeta: (Luis Cernuda)    
 
Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.
Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquel fui, aquel fui, aquel he sido...
Era la ignorancia mi sombra.
Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.
Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías
, como en la adolescencia,
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire.
 
Un sueño más alto que la vida... La realidad está en la amistad, en las historias, en la vida. El subrayado es mío.
Quiero agradecer hoy especialmente a todos los compañeros que han intervenido, lo enriquecedor de su presencia y testimonio. Con todo mi cariño Antonio luque fernández.

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